Se especifica en Kelvin. La temperatura de color describe la impresión cromática percibida de una fuente luminosa. Una temperatura de color de 5000K corresponde a la blancura de la luz que emitiría un objeto metálico calentado a 5.000 Kelvin y brillando. Cuanto más alta sea la temperatura, más fría será la luz. Esto también queda bien ilustrado con el ejemplo de una lámpara incandescente con regulador de intensidad: cuanto menor sea el ajuste del regulador, más rojiza y amarillenta será la luz, ya que el filamento se enfría. Cuanto más alto sea el regulador, más brillante, pero también más blanca y fría será la luz.
Por ejemplo, una lámpara con 3000K se percibe como luz cálida, una con 6000K como luz fría.
La luz estándar D50 tiene una temperatura de color de 5000K, la luz estándar D65 tiene una temperatura de color de 6500 Kelvin.